jueves, 10 de marzo de 2011

Alexander Sutherland Neill

No creo que el niño tenga instintos criminales ni tendencia natural alguna hacia el mal. La criminalidad aparece en el niño como una forma perversa del amor. [...] Todo caso de actitud criminal en un niño puede ser rastreado hasta encontrar la falta de cariño hacia él.


El niño problema es aquel que es infeliz. Está en guerra consigo mismo y, en consecuencia, en guerra con todo el mundo. [...] Jamás un hombre feliz creó un problema en una reunión, se declaró a favor de la guerra o linchó a un negro. Ningún hombre feliz ha asesinado o cometido un robo. Ningún patrón feliz ha asustado jamás a sus empleados.


Se ha de tener en cuenta lo importante que es el calor humano, la afectividad. El ser humano necesita a otro ser que le proporcione tal sensación. El hombre vive por ello, vive con ello. El niño debe nacer con amor.


Prueba a regalar un abrazo ;)

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